viernes, 6 de febrero de 2009

Susana Villarán: Alerta: viene reglamento pro-transgénicos

Me encuentro en la tierra de “los hombres del maíz”, título de la hermosa novela del escritor guatemalteco Miguel Ángel Asturias. El Nobel nombró de esa manera a sus hombres y mujeres, quienes desde el inicio de las civilizaciones mesoamericanas hicieron del maíz el cereal mayoritario, la base de la alimentación popular y la esencia de su cultura.
No hace mucho la Universidad Autónoma de México lanzó la alerta: se han hallado cultivos de maíz doméstico contaminados con Organismos Genéticamente Modificados (OGM). El hallazgo fue en la parte sur del país, en Oaxaca, y se encontraron genes BT, propiedad de la empresa Monsanto. Esto no solo pone en riesgo la biodiversidad originaria del maíz sino que coloca en situación vulnerable a los campesinos que ahora deberán pagarle regalías a la trasnacional por “usar sus genes patentados”. Pese a que el TLC de México con USA no debería inhibir políticas para preservar la biodiversidad, en la práctica esto sí ha ocurrido y México no puede hasta ahora controlar adecuadamente la proliferación de material transgénico en su agricultura por falta de una adecuada normatividad e instituciones fuertes para regular a los poderosos intereses detrás de estas semillas.
¿Qué nos pasará a nosotros, un país que también tiene TLC y cuyo patrimonio genético y gran biodiversidad está sufriendo presiones y está en riesgo por la acción de los profetas de la Monsanto? Recordemos que el Presidente recibió a una delegación de esta empresa a inicios de su gobierno. Hagamos memoria del bochornoso incidente el año pasado, cuando el ex ministro de agricultura Ismael Benavides envió a personas vinculadas a intereses transgénicos como parte de la delegación peruana en Bonn a bloquear en el Foro Mundial de Bioseguridad un artículo en la norma internacional que hacía que las empresas productoras de transgénicos sean corresponsables por posibles daños y perjuicios de sus productos.
Recordemos que el ministro del Ambiente recibió a pocos días de su nombramiento a organizaciones como la Plataforma Perú Libre de Transgénicos, quienes solicitan que se revise completamente la política en la materia y se someta este tema a un gran debate nacional, sin los sesgos que introdujo el ex ministro Benavides desde Agricultura a favor de intereses específicos.
Con el nuevo ministro, Carlos Leyton, se esperaban cambios sustanciales en el tema. Sin embargo, hasta la fecha siguen los responsables de la política anterior, como el de la jefatura del INIA que se prestó al bochornoso incidente de Bonn. Es por esto que el reglamento sobre transgénicos que pretende hacer aprobar el INIA en estos días no goza de mínimo consenso en la sociedad y debe ser inmediatamente detenido. Lo que se requiere no es un reglamento basado en una legislación obsoleta de cuando no existían ni Ministerio del Ambiente ni gobiernos regionales, sino una nueva legislación sobre biodiversidad que incorpore a estos nuevos actores y dé a la sociedad civil mayor participación en decisiones que afectarán en forma directa el futuro de los peruanos.
La República, 05/02/2008