jueves, 27 de noviembre de 2008

Se debe restringir aun más los transgénicos

PEDIDO DE GREENPEACE A UNIÓN EUROPEA
BRUSELAS [EFE]. Activistas de la organización ecologista Greenpeace se manifestaron ayer frente a los edificios de las instituciones de la Unión Europea (UE) para pedir que se endurezcan los requisitos para la aprobación de nuevas variedades de organismos genéticamente modificados (OGM) o transgénicos.
La protesta coincidió con la reunión de un grupo de expertos de los países de la UE que están estudiando una reforma del sistema de autorización de transgénicos.
Los representantes de Greenpeace han colgado de un edificio una pancarta gigante con una planta de maíz supuestamente transgénico y el eslogan "Parad los OGM".
El Comercio, 25/11/2008

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Ministro Leyton acelera debate sobre transgénicos

ENTREGA BORRADOR DE REGLAMENTO

El ministro de Agricultura, Carlos Leyton, sostuvo que entregará la próxima semana, al despacho del Ambiente, el borrador del reglamento sobre bioseguridad, norma que define el tratamiento de las semillas transgénicas.
Comentó que entre ambos ministerios se viene discutiendo el tema a través de la formación de una mesa de trabajo.
El ex ministro de Agricultura Ismael Benavides se había comprometido a publicar dicho reglamento para un debate público sobre transgénicos, pero no llegó a hacerlo en su gestión.
Leyton dijo que ahora el debate permitirá definir qué es lo que más conviene al Perú, en cuanto a las alimentos genéticamente modificados. El ministro expuso en el foro Invest in Peru, realizado en el Museo de la Nación.
El Comercio, 21/11/2008

Martha Meier M.Q.: Ciencia, subjetividad e intereses

EL DERECHO A ESTAR BIEN INFORMADO
Los descubrimientos científicos y el desarrollo tecnológico avanzan velozmente, para bien y para mal. Apasionados, los científicos investigan en sus laboratorios ajenos a los grandes intereses económicos. Pero la pasión, esa fuerza chúcara difícil de controlar, puede llevar a cualquier parte.
Anualmente, el mundo es testigo de los llamados Anti-Nobel que 'premian' los avances científicos más inútiles, estudios que obviamente no constituyen amenaza alguna para los diversos grupos económicos que acechan a la ciencia. El Anti-Nobel parece inofensivo, pero resulta una buena estrategia de distracción que irónicamente alcanza a veces mayor difusión que el Premio Nobel. Y, aunque parezca de Ripley, los trabajos presentados deben haber pasado el riguroso 'peer review', la revisión de pares, es decir, el examen de otros expertos que garanticen la rigurosidad de la investigación. El anuncio y la entrega ocurren, nada más y nada menos, que en la Universidad de Harvard.
Este año, en la categoría de química, los estadounidenses Sheree Umpierre, Joseph Hill y Deborah Anderson compartieron el galardón con los taiwaneses C.Y. Hong, S.S. Shieh, P. Wu y B.N. Chang. El equipo estadounidense descubrió las efectivas propiedades espermicidas de la Coca-Cola y publicó su estudio en la prestigiosa "The New England Journal of Medicine". Los científicos de Taiwán concluyeron exactamente lo contrario y su estudio fue tan contundente que la importante revista "Human Toxicology" tuvo a bien publicarlo. ¿Total? Este caso nos grafica claramente que la ciencia no es esa fuente de verdad absoluta, que las hipótesis de trabajo pueden llevar a diferentes conclusiones y que las publicaciones científicas tienen también su propia agenda de intereses.
Lamentablemente, aparecer en una publicación científica de renombre es la única manera de validar una investigación. No importa cuán cierta e importante para la humanidad sea: si no aparece en esas páginas, no existe, no hay que tomarla en cuenta, y esto lleva a que no haya rebote noticioso. Curiosamente, los más recientes estudios sobre casos comprobados de la peligrosidad y toxicidad de los transgénicos vienen siendo silenciados en los medios especializados y, por tanto, no validados. Los científicos que van a contracorriente, sin pensar en los intereses económicos a los que se enfrentan, constituyen un inmenso grupo al que se le vulnera su derecho a la libertad de expresión, en tanto se viola también el derecho a la información oportuna del público. Nadie se preocupa ni pronuncia sobre las políticas editoriales de las publicaciones científicas que, al parecer, no están muy dispuestas a chocar contra sus potenciales fuentes de financiamiento.
Contundentes estudios que demuestran que las semillas transgénicas pueden afectar negativamente la salud humana y ambiental no se han podido divulgar en estas revistas científicas que, alegremente, dan cuenta al mundo de sandeces tales como que una pulga salta más en un perro que en un gato. Vaya dato de vital importancia para el futuro de la humanidad. La censura impuesta a los informes sobre la peligrosidad de las semillas transgénicas, de los alimentos transgénicos, es la estrategia para no validarlos y convertir en parias a los científicos que alertan sobre productos dañinos que, como sabemos, son comercializados por inmensas corporaciones químico-farmacéuticas.
El célebre evolucionista Stephen Jay Gould consideraba que 'ciencia' y 'objetividad' eran prácticamente antónimos. Escribió "La falsa medida del hombre", un extraordinario libro que da cuenta de cómo a lo largo de dos siglos de historia la ciencia se usó para legitimar determinados intereses, principalmente racistas y para un orden social establecido.
La ciencia está para servir a la humanidad y no a los intereses de grupos de poder económico.
El Comercio, 23/11/2008

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Brack impulsa un Perú sin transgénicos

Propone tomar medidas de prevención y protección. Demanda no poner en riesgo nuestros recursos nativos.
Antonio Brack Egg, ministro del Ambiente, propuso tomar medidas de prevención y protección, y una regulación estricta en el ingreso de productos que sean resultado de la ingeniería genética, para no poner en riesgo los recursos genéticos nativos, se garantice beneficios concretos y el derecho de los agricultores pobres.
Brack insistió en advertir los riesgos que correría la diversidad biológica del país y la salud de los peruanos de ser permitida la importación de productos transgénicos, también llamados organismos vivos modificados (OVM).
Durante su exposición sobre el tema "Comercialización y producción de transgénicos en el país", en la Comisión de Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos, insistió en la necesidad de evaluar objetivamente la posibilidad de declarar al Perú como "un país libre de transgénicos" para garantizar se conserven los recursos genéticos nativos y la mayor competitividad a la agricultura orgánica y a los productos naturales.
EL DATO
Experiencia. El desarrollo biotecnológico en el Perú tiene diez mil años de experiencia en cultivo y mejora de especies, que hizo que nuestro país sea uno de los centros mundiales de recursos genéticos. Brack destacó que el Perú cuenta con 91 especies de papa silvestre, ocho variedades domesticadas y un total de 3,000 variedades para el consumo. Además, 55 razas de maíz y 1,500 tipos de camote, entre otros productos.
La República, 19/11/2008

martes, 18 de noviembre de 2008

Se requiere una mayor investigación sobre los efectos de los transgénicos, afirman

En un debate organizado por El Comercio, expertos temieron que se arriesgue nuestra biodiversidad. Otros señalaron que lo transgénico y lo orgánico pueden convivir

De un tiempo a esta parte, el debate sobre los cultivos transgénicos ha ido ganando más fuerza. Hay posiciones encontradas --todas fundamentadas-- sobre si son buenos o no, sobre su incidencia en la salud de las personas que los consumen y sobre si nuestro país debe abrirles las puertas o no. Sin embargo, aún existen muchas dudas y reticencias al respecto, principalmente por la falta de información.
Con la finalidad de ahondar en los diversos aspectos de un tema de tanta importancia para el futuro del Perú, El Comercio organizó la mesa redonda Transgénicos: Definición de Políticas de Estado, que contó con la participación de investigadores, productores y representantes del Gobierno. El encuentro fue moderado por Francisco Miró Quesada Rada, director de esta casa editora, así como por Martha Meier Miró Quesada, asistente de la dirección, y Juan Paredes Castro, editor central de Política. Durante el diálogo se expusieron las razones por las que el Perú debe ser declarado un territorio libre de cultivos transgénicos, y las que apoyan el ingreso de estos cultivos producto de grandes empresas transnacionales.
La principal preocupación de quienes se oponen al cultivo de transgénicos y a la dependencia de las empresas internacionales que monopolizarán las semillas es el posible impacto negativo que puedan tener esos productos en nuestra biodiversidad. "La homogeneización de los cultivos puede destruir el equilibrio de nuestra biodiversidad, que es justamente nuestra mayor riqueza", indicó Gastón Benza Pflücker, presidente ejecutivo de Sierra Exportadora, quien pidió que no se confunda la biotecnología de mejoramiento de alimentos con la tecnología de transgénicos.
¿CONVIVENCIA POSIBLE?
Ernesto Bustamante, decano del Colegio de Biólogos del Perú, replicó que los cultivos transgénicos no son lo opuesto a los orgánicos, y que, "por lo tanto, existe la posibilidad de que ambos tipos de cultivo coexistan y resuelvan las necesidades del país". De la misma opinión fue Luis Destefano, profesor de la Unidad de Genómica de la Universidad Cayetano Heredia, quien agregó que esta tecnología ayudaría a resolver problemas causados por sequías o heladas. No se dieron ejemplos de lugares donde esto hubiese ocurrido.
"La introducción de transgénicos nos traería diversos problemas ambientales, como contaminación por polinización cruzada. El país es, además, depositario de una milenaria sabiduría que ha domesticado variedad de especies adaptadas a nuestra realidad ecológica", explicó el doctor Luis Gomero, presidente de la Sociedad Nacional del Ambiente y miembro de un panel de 400 expertos que ha realizado el mayor estudio mundial sobre transgénicos, dirigido por el doctor Robert Watson, científico en jefe del Departamento para el Medio Ambiente, Alimentos y Asuntos Rurales del Reino Unido.
A su turno, la parlamentaria Fabiola Morales, quien viene trabajando una propuesta para etiquetar los productos que entre sus componentes cuentan con transgénicos, señaló que el país debe decidir cómo insertarse en el mercado mundial de productos agrícolas y que hoy los mercados valoran lo natural, lo saludable.
Antonio Brack, ministro del Ambiente, señaló que la discusión se debe basar en lo que el Perú puede ofrecer según sus capacidades. "Es un tema que se debe discutir objetivamente y saber que la decisión será tomada en nombre de nuestros hijos y nuestros nietos", indicó. Agregó, además, que son varias las entidades que deben tomar cartas en el asunto y que resulta contraproducente que solo un organismo pretenda encargarse del reglamento de bioseguridad.
Ante ello, Juan Risi, jefe del Instituto Nacional de Investigación Agraria (INIA), replicó que era necesario contar con un reglamento de bioseguridad en agricultura, y que el INIA era la entidad encargada. Lamentó que hasta ahora no se haya publicado el reglamento de la Ley 27104, que esa institución elaboró en el 2002. El ministro Brack indicó que otras instancias debían tener injerencia y opinión en dicho reglamento.
La ingeniera agrónoma y productora de verduras orgánicas María Teresa Uranga incidió en la importancia de que el contenido de esos documentos sea de dominio público, y refirió la enorme ventaja comparativa del Perú con los productos orgánicos y la agricultura natural basada en 10.000 años de investigación por los antiguos peruanos y por nuestros campesinos.
¿SIN DAÑOS COLATERALES?
Durante la mesa también se debatió sobre la urgencia de contar con investigaciones que demuestren fehacientemente que los transgénicos no son perjudiciales para la salud humana. Al respecto, Benza Pflücker dijo que esto tomará un largo período, y solo luego de comprobar que los alimentos genéticamente modificados no producen efectos negativos en las personas ni en el ambiente se podrá empezar a debatir su cultivo en el Perú. A su vez, la ingeniera Uranga advirtió sobre la lógica preocupación por los posibles daños en la medida en que no se tienen informes que den cuenta sobre los beneficios de los transgénicos frente a la agricultura natural.
Por su parte, Alfredo Menacho, director y miembro del Consejo Ejecutivo de ÁDEX, sostuvo que, ante la falta de un consenso científico mundial que señale que los transgénicos no son dañinos, esta institución tiene dudas sobre si en realidad conviene introducir estos productos o no, y agregó que, más allá de las investigaciones, "hace falta demostrar en el terreno de los hechos que estos alimentos son inocuos".
En busca de que el consumidor tenga la última palabra, la congresista Fabiola Morales recordó que la Comisión de Defensa del Consumidor del Congreso ha presentado un proyecto de ley que exige que todos los alimentos transgénicos sean etiquetados. "El objeto de la norma es garantizar el derecho a la información que tienen los ciudadanos sobre los alimentos que compran", dijo.
Jaime Delgado, presidente de Aspec, apoyó la propuesta de la legisladora, pero recordó que etiquetar los productos transgénicos ya es obligatorio, pues la misma Constitución reconoce tal derecho. Además señaló que en 1985 la ONU aprobó una serie de directrices que establecen que las personas deben ser informadas sobre lo que consumen; etiquetado con el que se mostró en desacuerdo el decano del Colegio de Biólogos.
Tomando en cuenta el plano internacional, Benza Pflücker añadió que en países como Venezuela, Brasil, Chile, Alemania e Inglaterra existe una política muy clara sobre el etiquetado de los alimentos y urgió a que lo mismo se haga en el Perú. "Todos los productos de procedencia transgénica que ingresen al país tienen que ser etiquetados", reclamó.
Sin embargo, Bustamante replicó que es iluso etiquetar los alimentos libres de transgénicos porque por debajo del 0,9% de su composición es imposible detectar si contienen proteínas modificadas genéticamente.
Más allá de las posiciones encontradas, los invitados coincidieron en que hace falta más transparencia e información sobre la legislación, la participación de distintas entidades y los intereses comerciales detrás de los transgénicos.
La Ley 27104 y su reglamento
En 1999 se promulgó, sin mayor debate ni información a la población, la Ley de Prevención de Riesgos Derivados del Uso de la Biotecnología (27104), la cual tiene entre sus finalidades "proteger la salud humana, el ambiente y la diversidad biológica".
Esta norma se aplica para la investigación, producción, introducción, manipulación, transporte, almacenamiento, conservación, comercialización, uso confinado y liberación de organismos vivos modificados (OVM). No contempla las actividades en genoma humano, las vacunas para seres humanos y otras.
Su reglamento se aprobó en el 2002 a través de un decreto supremo, pero hasta hoy no se publica. En él se establecen las instituciones responsables, los procedimientos de registro para quienes realicen actividades con OVM y los procedimientos para la evaluación y gestión de riesgos.
El Comercio, 17/11/2008

jueves, 13 de noviembre de 2008

Perú debe mantenerse como megadiverso y libre de transgénicos

En la Universidad Wiener se realiza el Primer Festival de la Agrobiodiversidad
El Perú debe mantenerse como un país verde, natural, megadiverso y libre de transgénicos, afirmó el ministro del Ambiente, Antonio Brack, en la inauguración del Primer Festival de la Agrobiodiversidad que el jueves comenzó con motivo del Día Mundial de la Alimentación.
Agregó que el país no necesita discutir si los transgénicos deben ser etiquetados para que el consumidor sepa qué va a comprar, sino que simplemente no se debe permitir su ingreso. "¿Para qué necesitamos siete semillas que son patente de una empresa cuando los campesinos tienen miles y miles de variedades? Eso es lo que tenemos que resaltar", remarcó.
Brack recordó que el Perú tiene más de tres mil variedades de papa y sostuvo que sin nuestro país el mundo se moriría de hambre, pues actualmente se siembran 400 millones de toneladas de papa al año, siendo China la que más produce con 90 millones de toneladas. "Pero los recursos genéticos son nuestros. Nosotros tenemos las variedades y la experiencia", recalcó.
Con ocasión de celebrarse el Día Mundial de la Alimentación, el jueves pasado se inauguró en la Universidad Norbert Wiener el Primer Festival de la Agrobiodiversidad. En ella productores, agricultores, empresarios, cocineros reconocidos, autoridades políticas y representantes de organizaciones civiles se reunieron para apoyar la producción de alimentos orgánicos y rechazar el ingreso de semillas transgénicas.
En el Perú aún hay una fuerte discusión sobre el ingreso de las semillas genéticamente modificadas o transgénicas. Se han promovido debates que reflejan por un lado la negativa al ingreso de transgénicos, que lidera el ministro del Ambiente, Antonio Brack, y por otro aquellos que se manifiestan a favor del ingreso de esos cultivos, entre ellos el ex ministro de Agricultura, Ismael Benavides, quienes señalan que los organismos genéticamente modificados (OGM) serían los más adecuados para fomentarlos como política agraria competitiva.
El Primer Festival de la Agrobiodiversidad, que tiene el lema "Perú, país libre de transgénicos", culminará hoy. En ella más de 50 productores ecológicos presentan una exposición-venta y degustación de productos ecológico-orgánicos.
El Comercio, 18/10/2008

martes, 11 de noviembre de 2008

Se deben liberar transgénicos caso por caso

El catedrático de la UNA La Molina señala que en el Perú, país megadiverso, se debe fomentar el uso de la biotecnología moderna.
Sigue la discusión sobre los transgénicos. ¿Se debe introducirlos en el país o no?
La política de transgénicos debió, debe y deberá ser siempre en favor del desarrollo nacional y de la búsqueda de las mejores condiciones para la producción agrícola. Y ello dentro del contexto actual implica el uso inevitable de la biotecnología moderna. Creo que el reglamento de bioseguridad debe salir cuanto antes. Este debe precisar, caso por caso, la liberación de cada transgénico: por ejemplo, qué tipos de maíz deben ser sembrados en qué territorios, y lo mismo con otros productos sobre los cuales se deben señalar las distancias, características, etc. En Colombia, por ejemplo, las distancias son 300 metros entre un transgénico y un producto que no lo es. Además, debe estar rodeado por una franja denominada refugio. No es lo mismo regular, por ejemplo, respecto del maíz que regular sobre la papa, la soya o el algodón. Cada cultivo tiene su particularidad. No podemos desechar los transgénicos, pues el Perú necesita de ellos.
Pero en el Perú tenemos mucha biodiversidad que proteger...
Si tenemos una biodiversidad que no podemos usar adecuadamente y adoptamos una posición contra los transgénicos, estamos poniendo nuestro futuro en problemas serios. El futuro con transgénicos es inevitable. En el Perú, que es megadiverso, se debe fomentar la biotecnología moderna, debido a que no hay una forma adecuada de usar esa biodiversidad. Conservar la biodiversidad está bien, pero incluso para conservarla son necesarias las técnicas de la biotecnología moderna. Por ejemplo, usar transgénicos en Europa es inevitable, pues se está quedando sin posibilidades de importar productos no transgénicos para atender su industria ganadera. La crisis alimentaria se va a agudizar y, para combatirla, se debe aumentar el rendimiento de nuestras tierras porque no contamos con más áreas de cultivo, salvo que quieran romper la Amazonía, cosa que nadie desea.

El hecho de que los transgénicos resuelvan el problema del hambre no está comprobado...
El Perú no dispone de grandes extensiones de terreno para hacer una agricultura intensiva o extensiva, pero lo que no se dice es que los cultivos transgénicos aumentan el rendimiento de tierras entre 15% y 30%, y a veces más. Entonces, si hay pocas tierras de cultivo, es mejor tener un transgénico que eleve el rendimiento. Además, cuando hablamos de biodiversidad, hay que tener en cuenta qué cultivo se va a sembrar. Si en la costa sembramos maíz, no le veo inconveniente a sembrar transgénicos, porque las variedades nativas de maíz blanco se siembran en la sierra y no las de maíz amarillo duro.

¿Y si se contamina?
Si se siembra maíz amarillo duro transgénico, es muy fácil ver si el maíz blanco nativo ha sido contaminado. El maíz blanco de Urubamba nunca ha sido contaminado por variedades híbridas que se han introducido desde los años 50. Por ejemplo, no es posible que el gen que está en el maíz pase a la papa, no hay forma de contaminar. Si hubiera contaminación, ocurriría entre ejemplares de la misma especie.
El Comercio, 07/11/2008

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Gastón Acurio pide aprovechar la biodiversidad y no pensar en transgénicos

¿Cómo se debe planificar en el tema de los transgénicos?
El asunto de los transgénicos tiene que ser visto por los gobernantes y el Gobierno Peruano como un tema de largo plazo. Hay que ver qué conviene a la economía de los peruanos. La agricultura transgénica responde a la naturaleza de un país que tiene pocos climas, monocultivo, grandes extensiones. Estos países están influenciados por un mismo clima para hacer grandes plantaciones de un producto transgénico y venden grandes volúmenes, y por economía de escala tienen márgenes de ganancia.
¿El Perú no cumple con estos requisitos?
El Perú es todo lo contrario a eso. Es un país megadiverso con 28 climas de los 32 en el mundo, cada 50 kilómetros te encuentras con un valle diferente y ello no sirve para grandes extensiones de cultivos, pero sí sirve para hacer un país boutique. Es decir, hay que apostar por la agricultura de altísima calidad, en pequeña producción a un gran valor de mercado. Chile, por ejemplo, es un exportador de grandes cantidades de manzanas, pero cada día tiene que lidiar con el precio. El Perú podría ser un gran exportador de la manzanita que va en cajita y que la venden a cinco dólares en Japón, el cacao, café, chocolate, etcétera y todos los productos por descubrir.
¿Podría explicar lo de la agricultura boutique?
Cuando uno apuesta por la agricultura boutique estás democratizando los resultados económicos. Porque significa pequeños productores, asociaciones, agricultores que apuestan por la calidad y reciben beneficios. En cambio, en transgénicos hablamos de un solo propietario de una gigantesca institución que cultiva transgénicos y que condena a la pobreza a los trabajadores y agricultores. Aquí se trata de tomar un camino o el otro. El camino del Perú debe responder a su entorno.
¿ Y qué se debe hacer para alcanzar este objetivo?
Lo que se trata es de promover que el Perú tenga como política de Estado que sea un país orgánico, que las políticas agrícolas estén orientadas al fomento, a la creatividad, a la promoción y producción de alta calidad para nichos de productos nativos.
¿Se debería crear alguna institución para concretar estas políticas?
Una de las mejores herramientas para promoverla es la creación de una institución, tal como existe en Europa o el Japón. Este es el Consejo Regulador de Denominaciones de Origen. Es decir, desde Tumbes hasta Tacna, desde el Amazonas hasta los desiertos en la costa, hay que encontrar esos productos de nicho, darles ese marco regulador de calidad para que los agricultores trabajen en ese sentido y no haya alguien que les saque la vuelta.
El Perú tiene una enorme lista de productos nativos...
Así es. El Perú debe llenarse de denominaciones de origen específicas para cada uno de sus productos y que estos vayan teniendo un valor adicional al mercado en función de su calidad. También se debe promover la creación de un patronato que vincule el sector público con el sector privado para usar a la gastronomía peruana como la mejor promotora de lo que nuestro país produce. Es decir, qué mejor vitrina para nuestros productos agrícolas no contaminados que un producto terminado tan hermoso como la gastronomía peruana.
Frente a la crisis alimentaria que se avizora se menciona que una de las formas de combatirla es a través de los cultivos transgénicos...
No creo en ello. Es como pedir que en Argentina planten ollucos o a los suizos que planten hojas de coca. Es como que nosotros soñemos que vamos a competir con los argentinos en la producción de carne. Entonces eso es ir contra nuestra naturaleza, contra nuestras ventajas comparativas. ¿Cómo vamos a competir nosotros contra una producción agrícola como la argentina o la brasileña? ¿Cómo podría competir el Perú, en el supuesto de tener una agricultura transgénica, con enormes escalas de países que tienen ventajas comparativas en extensión de campos agrícolas. Hay que aprovechar nuestra biodiversidad para convertirla en productos de alta calidad con buen margen de ganancia. ¿Hasta cuándo vamos a seguir pensando que nuestro destino es vender cacao para que los suizos lo conviertan en chocolate? Si tenemos este patrimonio maravilloso para poder crear y transformar estos productos, por qué no hacerlo. Es hora de que los peruanos entendamos que no hemos sido condenados a ser un país del Tercer Mundo.
El Comercio, 04/11/2008

sábado, 1 de noviembre de 2008

Transgénicos, salud y contaminación

Prácticamente todas las familias de un pequeño pueblo de Mindanao, Filipinas, que viven alrededor de campos de maíz transgénico, comenzaron a tener problemas respiratorios e intestinales, con fiebre y reacciones en la piel, durante el periodo de mayor cantidad de polen de maíz en el aire. El centro de salud de la zona les dijo que era la época de gripe y que seguramente era más contagiosa que de costumbre. Cuatro de las familias que salieron por un tiempo a otras zonas se curaron totalmente, pero al regresar a sus casas volvieron a tener los síntomas. La organización civil filipina SEARICE, que acompaña a los campesinos en proyectos de conservación de semillas criollas, se alarmó y contactó a Terje Traavik, director del centro científico Norwegian Institute for Gene Ecology. Traavik, que desde hace varios años estudia en su laboratorio los posibles efectos de los transgénicos en la salud, viajó a Filipinas y tomó pruebas de sangre de las familias afectadas.
El 24 de febrero de 2004, durante las negociaciones del Protocolo de Cartagena sobre Bioseguridad en Malasia, Traavik, junto con varios otros científicos independientes de la industria (una especie en peligro de extinción), presentó resultados preliminares de estos estudios. Las muestras de sangre contenían anticuerpos IgA, IgC y IgM, indicadores de respuesta inmunológica a la presencia de la toxina Bt (Bacillus thuriengiensis), que es la que contiene el maíz transgénico sembrado en los campos aledaños.
En lenguaje común: los síntomas de las familias campesinas se deberían a alergias producidas por el polen de maíz transgénico Bt que inhalaron en los campos.
Traavik agregó que hace años muchos científicos señalan que existe una alta probabilidad de que los cultivos transgénicos generen alergias. En el Reino Unido, las alergias a la soya aumentaron en 50 por ciento luego de que se comenzó a importar soya transgénica. Sin embargo, no se hicieron estudios para confirmar el vínculo. En diciembre de 2003, un grupo de científicos rusos anunció que los síntomas de alergia se habían multiplicado por tres en los recientes tres años, y que el consumo de productos transgénicos podría ser la causa principal. En Estados Unidos, con alto consumo de productos transgénicos, también aumentan las alergias.
Un estudio financiado por el gobierno de Estados Unidos en 1999 reportó que agricultores que usaban Bt en aerosol como insecticida, mostraron síntomas de sensibilidad en la piel, y se les encontró la presencia de anticuerpos IgE y IgC, considerados parte de una respuesta alérgica. La reacción fue mayor cuando había mayor exposición al aerosol Bt. En estos casos, la cantidad y el periodo de exposición al Bt fue relativamente poco. Los cultivos Bt por otra parte, crean un equivalente de cantidad de exposición de 10 a 100 veces mayor. Y, según el comunicado del Institute for Gene Ecology, algunas semillas Bt multiplican esta última proporción otras 10 a 100 veces más.
El 23 de febrero, la Unión de Científicos Preocupados de Estados Unidos, presentó un informe que muestra que altos porcentajes de las semillas convencionales de soya, maíz y canola de ese país, están contaminados con ADN transgénico. Alertan sobre el riesgo de desaparición futura de las semillas libres de transgénicos y la amenaza de contaminación de la cadena alimentaria con transgénicos modificados para producir farmacéuticos y productos industriales.
El primero de marzo, el diario The New York Times retomó con preocupación este informe en un editorial y concluyó: "Contaminar las variedades de cultivos tradicionales es contaminar el reservorio genético de las plantas de las que ha dependido la humanidad en gran parte de su historia". Refirieron como ejemplo grave la contaminación del maíz en México, "hogar ancestral del cultivo y sitio de la mayor diversidad de éste".
Apremiaron a que el gobierno encare estudios amplios sobre el tema, y agregaron: "ya es tiempo de que los cultivos genéticamente modificados sean sometidos a un sistema de pruebas más riguroso y coherente. La escala del experimento en el que se ha embarcado a este país (Estados Unidos) -y los efectos potenciales sobre el medio ambiente, la cadena alimentaria y la pureza de las semillas tradicionales- demanda vigilancia en la misma escala".
En la misma semana, los representantes de la Secretaría de Agricultura de México, en el Protocolo de Bioseguridad, apoyados por sus homólogos de Brasil, presionaban por medidas menos restrictivas en la identificación de transgénicos, "para no perturbar el comercio internacional".
En ambos países se discuten leyes de bioseguridad en el Congreso, que parecen ignorar todos estos datos y muchos más que cada día evidencian nuevos peligros de los transgénicos.
A espaldas de los intereses de sus poblaciones, de campesinos, indígenas, consumidores y de responsabilidad por la enorme biodiversidad de ambos países, estas propuestas son, sobre todo, una puerta legal para el aumento de la proliferación transgénica. Lo que necesitamos ya no son leyes de bioseguridad -la única seguridad que garantizan es la de las inversiones del puñado de empresas multinacionales que producen y comercian transgénicos.
La contaminación ya existe y por este camino será peor. Lo que necesitamos es un no a los transgénicos de la misma escala del experimento a que nos han sometido.

The professional field of Gene Ecology

New achieved through gene modification creates new potential for curing human diseases and ailments. This field of research also opens up the way to improving the characteristics of plants, animals and human beings. One of the major challenges facing this new area of knowledge is that one does not have a full and complete picture of all the consequences such manipulations can bring. Gene Ecology as a professional study field grew from this lack of certainty. The objective is to study how gene modified organisms can affect our ecological systems. Risk analyses are an important tool in gene ecology research.
The term ”Gene Ecology” was born in Tromsø, and the establishment of the term as a scientific field was initiated through GenØk. Research into gene-ecological matters is carried out both in the laboratory and in full-scale projects in nature.
The basis for gene ecology as a scientific subject is a difficult clash of interests: While gene manipulation opens the way to several potential advantages – in particular with regard to health, the environment and natural resources – there are also risks attached to the use of gene modified organisms. A set of known biological and ecological processes may contribute to the dissemination of modified genetic material in given situations with clearly damaging consequences. Examples of this are the development of resistance to antibiotics and cross-pollination between organic and modified maize in Mexico. Risk evaluation therefore becomes a key term in gene ecology, and a vital task will be to build up a base of knowledge and experience in order to implement such evaluations. One must among other things establish models and conditions in laboratories at a much earlier point in time than has previously been the case that duplicates the ecological inter-actions and complexity of nature.
Risk evaluation
Risk and probability are not the same. Risk can be defined as the probability of an event or phenomena occurring, multiplied by any consequences that may result from the incident actually occurring. At this point in time we have little knowledge of both the probabilities and consequences in relation to theoretically possible consequences for health and the environment resulting from gene modification.
Gene ecology research starts with a list of ”if”, ”perhaps” and ”maybe”. The objective of the research is to replace uncertain presumptions with exact knowledge. Until such knowledge has been established, gene ecology as a professional field has adopted a caution-first principal as its starting point for further research.
The ethical dimension
Gene technology opens new potential opportunity for the treatment of illnesses, food production and livestock breeding. However, new potential is always accompanied by new potential risks and dangers. The challenge is therefore to direct research in a direction where the advantages can be harvested while at the same time implementing caution-first based strategies if order to avoid undesirable ethical, ecological and socio-economical consequences. In a gene-ecological relationship we wish to establish a more impacted basis on which to assess the ethical implications for science and the administration when gene technology is to be used. An ethical analysis is closely linked with to the understanding of how the technology may affect the well being of humans, animals and the natural environment. Important questions are: How are we to act when we do not know the long-term consequences? Hoe ”sure” is sure enough? Who makes the decision? Who are the affected parties? Questions that require ethical reflection where ethicians, molecular biologists, ecologist, social scientists, politicians and other interested parties are involved.
Interdisciplinary
Gene ecology is an inter-disciplinary subject area, which among other things combines genetics and biochemistry with ecology, bio-ethics and scientific philosophy. Gene ecology is in the process of establishing itself as a central discipline in the design of new medicines and provides society with the possibility for more realistic cost/usefulness analyses. Centre for Integrated Research in Biosafety has arrived at the following unified definition of this interdisciplinary subject area: “Gene Ecology a new interdisciplinary field that is unique in its combination of genetics and biochemistry with bioethics, the philosophy of science, and social studies of science and technology. It builds on innovative work in the areas of genomics, proteomics, food science, ecology, evolution, intellectual property, indigenous rights, participatory technology assessment, and globalisation. This synthetic approach reverses the trend toward the more reductionist qualities of the component sciences. Gene ecology is rapidly becoming a central discipline for drug design and for the comprehensive evaluation of gene-based technologies.”

Juan Sheput: Perú: país libre de transgénicos

Nos alegra constatar que el diario El Comercio vuelve a tratar grandes temas en su página editorial. Un excelente artículo de Martha Meier Miró Quesada así lo confirma. Con el título de "Perú: territorio libre de transgénicos" la distinguida ecologista despliega argumentos en contra de las voces que desean invadir nuestro territorio de cultivos transgénicos. Hace poco un amigo me hablaba del daño que hacen los alimentos genéticamente modificados (GM) en las plantas puras lo cual coincidió con lo que me ilustraron un grupo inteligente de jóvenes estudiantes de la Universidad Agraria La Molina.
El lobby, que gracias al libertinaje en que se desenvuelve se ha vuelto nefasto en el país, está infestando políticos y formadores de opinión en favor de los transgénicos. Urge por ello el debate y definiciones. En lo que a mi respecta y sustentado en voces conocedoras estoy en contra de los cultivos transgénicos en nuestro país entre otras razones porque somos un país con una riquísima diversidad que se vería afectada de todas maneras por la proliferación de este tipo de cultivos. Como dijo Gastón Acurio, el Perú es una boutique en materia de biodiversidad, de singularidad. La Naturaleza nos ha dado de todo un poco, y ese regalo de la Naturaleza hay que conservarlo alejando a los transgénicos de nuestra territorialidad.
Martha Meier M.Q. nos habla del proyecto de la congresista Juana Huancahuari para declarar al Perú territorio libre de transgénicos. Es un proyecto que debe apoyarse a como de lugar. No me extrañaría que se intente descalificar no a las ideas de la congresista sino a ella, para debilitarla en la consecución de tan noble objetivo.
El artículo de la Sra. Martha Meier Miró Quesada lo pueden leer en el siguiente enlace:

Juan Sheput: ¿Colegio de Ingenieros del Perú a favor del cultivo de transgénicos?

Con el título rimbombante de "CULTIVOS TRANSGÉNICOS Y ORGÁNICOS, IMPACTO EN EL DESARROLLO ECONÓMICO DEL PERÚ" el Colegio de Ingenieros del Perú en conjunto con el Colegio de Biólogos han organizado un Foro que tiene una posición completamente sesgada a favor del cultivo de transgénicos en el país.Es una lástima que el Colegio de Ingenieros del Perú se preste a un evento de este tipo en lugar de promover el debate abierto y de todas las posiciones sobre este tema.En el siguiente link podrán ver el Programa del Foro que lleva el título que mostramos al inicio de este post y que busca la desinformación: http://www.cip.org.pe/imagenes/eventos/programa-TRANSGENICOS.pdf
Y en el siguiente link verán que la gran mayoría de "foristas" pertenece a PeruBiotec una entidad que está abiertamente a favor del cultivo de transgénicos en el Perú.PerúBiotec: Cultivos Transgénicos.
Es una lástima que el Decano del Colegio de Ingenieros del Perú, Ing. Carlos Herrera Descalzi, sin mayor investigación se aleje del rigor académico e imparcialidad que se exige a una institución colegiada que agrupa a los ingenieros del país. En todo caso si luego quiere hacer otro evento con la posición contraria, el título del Foro debe ser distinto.
¿Es tan fácil para el lobby infestar a los colegios profesionales? ¿nuestra sociedad civil está demostrando su debilidad tanto como la política?
Un Colegio Profesional que busque su institucionalidad debe fomentar el debate abierto de posiciones, y no buscar tomar partido por anticipado por una de ellas, con un comportamiento sesgado impropio de un colectivo de profesionales. En ese sentido la actual directiva del Colegio de Ingenieros del Perú está cometiendo un error, que esperamos sea motivado por entusiamos entendibles pero que por extensión afectan el prestigio de la institución.
El debate sobre los cultivos transgénicos exige pluralidad en las opiniones para tonmar la decisión que mas convenga al país y no a transnacionales que actúan con el único criterio simplista de hacer dinero.
Este Foro es una demostración más que en nuestro país hay una crisis institucional. Ya ni los Colegios profesionales demuestran imparcialidad por culpa de sus dirigentes de turno.