sábado, 9 de agosto de 2008

Rafo León: ¿Quién tiene la vela del entierro?

Consenso plural manifiesta su rechazo al ingreso de los transgénicos.
Que lo diga Sacha Barrio, para muchos puede parecerle una opinión delirante de un fundamentalista de los alimentos naturales, un new age incapaz de pensar en soluciones para la pobreza del país. “El Congreso de la República esta queriendo aprobar una ley de Biotecnología y Bioseguridad. Este es el momento de decidir entre la seguridad ambiental, la salud física de nuestro pueblo, la biodiversidad de nuestro país, el derecho a no patentar la naturaleza, o los intereses de una poderosa o omnipotente transnacional de la biotecnología, y los supuestos beneficios de una segunda revolución verde, liderada por una de las empresas con el peor record de ética y moral en la historia de la humanidad”.
Para muchos la opinión de Barrio, un especialista en medicina complementaria, puede pasar por una pastrulada más, sin sentido de la realidad. Que el punto de vista de la Doctora Antonieta Gutiérrez, profesora investigadora de la Universidad Agraria La Molina confirme a Barrio, para los pragmáticos empresarios peruanos puede ser el cantar de una académica desubicada que no sabe pensar en números: “Los transgénicos tiene un ADN extraño. Pueden contener sustancias tóxicas. Pueden producir alergias. Pueden crear alergia a antibióticos. Los transgénicos sólo favorecerán a unos pocos…”

LAS COSAS EN SU SITIO
Que lo diga en ministro del Ambiente, Antonio Brack, para muchos resulta una sorpresa: no se imaginaron que tan pronto este científico se enfrentaría con firmeza y conocimiento no sólo a la posibilidad de que ingresen al Perú los transgénicos, sino al propio ministro de Agricultura, Ismael Benavides, y con este, a toda la perrera del hortelano. Brack ha declarado: “El Perú es un centro mundial de recursos genéticos nativos de importancia mundial, como la papa y el maiz, entre muchos otros. Pienso que primero debemos dar prioridad a nuestros recursos genéticos y luego pensar en los transgénicos importados y patentados. El Perú tiene 182 especies de plantas domésticas y otras 4.500 plantas nativas útiles que lo hacen uno de los mayores bancos genéticos del mundo (…) no se pueden comparar cuatro o cinco semillas patentadas, con toda la riqueza genética del país de 10,000 años de experiencia biotecnológica”.
Que lo diga yo, alguien que tiene fama de poco serio, ligero y medio loco, puede para muchos no significar absolutamente nada en el debate. No me sorprende. Sí me sorprende en cambio que el señor Alexander Grobmann, asesor de Benavides, representante de más de una compañía que produce semillas transgénicas y el más vistoso promotor público de esta nueva “revolución tecnoalimentaria”., haya tenido una reacción tan destemplada contra opiniones del ministro Brack: “no tiene vela en este entierro”

POR ENCIMA DE LAS DIFERENCIAS
Hasta aquí una de esas discusiones que suelen darse en el Perú entre especialistas que expresan cada uno desde su posición, los intereses económicos y/o ideologicos de laguna entidad internacional. Hasta aquí una nueva versión de la neo izquierda perrodelhortelanista disfrazada de ecologista. Pero ¿sabe el lector que ADEX se ha pronunciado con absoluta claridad y contundencia en contra del ingreso de los transgénicos? El gremio de los exportadores, a quien nadie podría calificar cercano a las ONG caviares ni a las mafias antisistema, se ha sumado al pedido de organizaciones y personas de prohibir transgénicos en el Perú, al menos por cinco años: “Aún hay un largo trecho que hacer por mejorar la agricultura antes de permitir el ingreso de los transgénicos. Se puede usar las semillas mejoradas o hibridas con las que la productividad podría duplicarse”.
Que lo diga Gastón Acurio hace la cosa más interesante aún. Gastón uno de los líderes consensuales que tiene el Perú porque la naturaleza del Perú es una naturaleza de gran biodiversidad que le permite convertir en la gran marca de productos orgánicos del mundo y los productos orgánicos tienen un valor agregado; lo transgénico es para otro tipo de geografías y climas”. Algo me dice, doctor Grobmann, que quien no tiene vela en este entierro es usted.
Somos, 09/08/2008

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